El consentimiento informado es definido por la Ley 41/2004 como: la conformidad libre voluntaria y consciente de un paciente, manifestada en el pleno uso de sus facultades después de recibir la información adecuada para que tenga lugar una actuación que afecte a su salud. (art.3)

En la mayoría de los procedimientos dentales basta con una explicación oral previa a la intervención, pero en ciertas ocasiones es necesario dar la información de forma escrita. Esto facilita la comprensión por parte del paciente de datos que dados de manera oral pueden pasar inadvertidos.

Una de las características del consentimiento informado es que puede ser revocado en cualquier momento, es decir, a lo largo de un tratamiento el paciente puede decidir no continuar con el mismo sin tener que dar más explicaciones.